Ruinas

Un hogar no es un edificio, ni una calle ni una ciudad; no tiene nada que ver con cosas tan materiales como los ladrillos y el cemento. Un hogar es donde está tu familia.

Luan

-Vuelve con tus dueñas Gata, cuando quiera contactar contigo te enviaré a Mek – le dije con la mirada puesta en la calle mientras me acomodaba la capucha.

-Es…está bien…- murmuró ella para luego irse mientras me quedaba sola, ya le había dicho a Mek que se tenía que mantener oculto, sola podría pasar desapercibida pero estaba visto que por lo que me habían dicho Ib y la pareja del Abuelo de Neb aún reconocían a la Drow con la pantera.

«No me conviene en estos momentos llamar la atención » pensé para mi llevándome una mano a dónde debería de estar la espada con mi Demonio, el cual recordé que había dejado en las sombras.

Chasqueé la lengua, no estaba acostumbrada a estar sin él y sin un arma para defenderme, por eso lo primero que hice fue comprar una espada sintiendo el malestar del Demonio.

«Es temporal » le dije por el vínculo » Ten por seguro que si te necesito te llamaré a ti » le dije de forma rotunda para avanzar por el Mercado observando que no había cambiado tanto como si lo había hecho el mundo de los humanos » La diferencia entre razas» pensé para mi sin dejar de caminar para, tras unos largos minutos acabar frente una casa reducida a cenizas.

La observé en silencio mientras viejos recuerdos regresaban a mi mente, recuerdos de mi juventud pero sobretodo recuerdos de quién había acabado con esa casa, Loth tenía razón, el ver ahora la parcela quemada y llena de polvo y telas de arañas me hacía sentir como si un peso tirase de mi corazón.

-Lo siento…- escuché entonces que mi Madre me murmuraba a mi lado.

-Pues no lo hagas – le dije en tono neutro antes de hacer que las espinas se llevaran los huesos de aquellos que tiempo atrás maté y así que tuvieran un descanso por fin.

-Me es imposible – me admitió con pesadumbre en su voz – Lo que tuviste que hacer al final….-agregó mirando lo que quedaba de la Casa.

-Buscaste lo mejor para mi – me encogí de hombros – ¿Salió Rana? pues si, pero tu hija la caló – le guiñé un ojo para quitarle importancia viendo que era una espina que tenía.

Ella me miró para luego dulcificar su mirada de una manera que nunca había visto y eso me incomodó un poco.

-Esto…- comenté sin saber qué decir.

Ella lo vio y cambió de conversación radicalmente.

-Espero que no tengas pensado enfrentarte sola a esa Casa, User te va a echar un buen rapapolvo por no haberle dicho a dónde vas –

Rodé los ojos y no pude evitar sonreír divertida, ya me lo imaginaba.

-No tranquila, mi prioridad es otra –

Ella asintió como si respirara tranquila con mi respuesta para luego decirme:

-Os esperaremos – luego me puso la mano sobre el hombro antes de mirar hacia las ruinas – Tu eres mucho mejor que ella –

-Lo intento – le dije con sinceridad antes de verla desaparecer regalándome otra sonrisa.


Los días pasaban de forma paulatina, ni los tenía en cuenta, no saldría de la Antípoda sin lo que había ido a buscar, me importaba bien poco el tiempo que me llevase, ahora tenía las prioridades claras.

Lo bueno era que la Gata parecía poco a poco ser de utilidad, lo cual eso me acercaba cada día más y más a los resultados que buscaba.

«Sin duda se esfuerza…» me vi pensando un día observando unos papeles que me había dejado en el sitio acordado.

Estimaba que ya llevábamos un mes tras estos y por fin los tenía en mi mano pero desconocía cuanto tardaría en llevar a cabo lo que quería o cuanto tiempo habría pasado fuera de la Antípoda. No era tan radical como el mundo de las Sombras pero si había una discrepancia en tiempos.

Cerré los ojos por un momento recostándome en la silla y pensando en Neb y su familia.

«Que curioso….los hecho de menos….» una cara en concreto me vino a la mente » Y al que me va a matar en cuanto me vea…User…» suspiré profundamente, no podía negarle a mi corazón que lo echaba de menos aún que no lo mencionara.

Sentía de verdad no haberle dicho nada y sabía que al volver me lo iba a echar en cara pero la Antípoda no era lugar para un humano, había sido mi manera de protegerlo, ya en su momento me enfrentaría a su enfado y lo intentaría paliar.

«Ahora lo importante son las pequeñas» pensé para mi volviendo a bajar la mirada a los papiros que tenía sobre la mesa, no dejaría que volvieran a atentar contra lo que más amaba mi hijo, la madre de mi Nieta y a esta…sin infravalorar a las otras dos que venían, todas estaban en peligro.


Continué con mis investigaciones hasta el día que finalmente obtuve el resultado satisfactorio.

-Dile a tus dueñas que vuelves para acabar lo que empezaste – le dije a la Gata un día en el cual habíamos cuadrado en un mercado como si fuera por coincidencia.

Noté el movimiento de sus orejas sorprendida bajo su capucha pero asintió antes de retirarse.

-En el mismo sitio de siempre – murmuré cuando se estaba alejando y otro movimiento de sus orejas me indicó que me había escuchado.

Esa misma noche quedamos en el callejón y fue ahí cuando la hice pasar a la realidad de las Sombras para regresar con los nuestros. Tardamos unas horas pero cuando volví a abrir la realidad acabamos las dos a la luz del día delante del Palacio donde al vernos los Guardias nos dejaron pasar sin pedir explicaciones.

Caminábamos por los jardines en dirección a la entrada de este cuando, al llegar, vi en lo alto de las escaleras al Grande y al Magnífico esperándonos ya.

«Las noticias vuelan» pensé socarrona para mi mientras los veía bajar las escaleras hacia nosotras, lo primero que noté fue el enfado de User que clavó sus ojos en mi directamente.

-Me estoy replanteando que hablamos idiomas diferentes. ¿Qué parte no entendiste de que puedes confiar en mi? – me soltó y yo sencillamente elevé una ceja, sabía que iba a estar cabreado por eso no se lo tomé en cuenta.

-Tranquilo fiera, tenía que ser así para no descubrir la tapadera – le dijo divertido Ameni.

-No se si te das cuenta que en la antípoda darías un poco el cante – le dije directamente.

-Podría ser la distracción perfecta para ellas – le replicó a Ameni.

No pude evitar poner cara de circunstancia y me crucé de brazos.

-Sería así tal cual pero en en sentido inverso totalmente. Tú no sabes cómo tratan a los Drows en la antípoda no? a los machos imagínate a un humano

-Aún y así algo podría haber hecho- insistió cabezón

Chasqueé la lengua

– Cómo se nota que no conoces la Antípoda, además, quería pasar desapercibida – repliqué para luego lanzarle una Runa.

-¿Y esto? – me respondió cogiéndola al vuelo.

– Para crearla necesitaba las forjas y los papiros de la Antípoda, además de saber cómo habían hecho la que le dieron a Kate – la señalé levemente con la cabeza -Por eso me la llevé, trabajó de espía dentro de la Casa Drow y me proporcionó lo que necesitaba, dale la bolsa – le dije a esta la cual asintió bajando un poco las orejas para luego entregarle la bolsa a User. -Si las ponéis alrededor de la ciudad se habrá acabado el problema de que las cosas modernas funcionen aquí dentro –

-Bien, lo haremos enseguida- me respondió pero sin quitarme la mirada de encima mientras se la entregaba a un guardia de su confianza el cual asintió entendiendo la indirecta.

-¿Se puede saber qué demonios pensabas que iba a hacer yendo a la Antípoda? – rezongué al ver que su foco seguía en mi.

-Arrasar esa casa- dijo directo y con un tono de cierto reproche, seguramente pensando en lo que me había arriesgado y también a Kate sin haber contado con él y la familia para hacer tal cosa.

Eso me llevó a poner los ojos en blanco y replicar:

-Ganas no me han faltado ni me faltan pero la venganza no era la prioridad, la prioridad era proteger a las niñas – le devolví la mirada a los ojos – Además de que Neb tiene todo el derecho de pedir acabar con las que atentaron con la vida de su mujer y su pequeña.

-¿Qué has hecho entonces? – me planteó

-¿Las runas? crees que existía una runa para entrar en un lugar vetado a objetos modernos? obviamente no, la creó esa casa, tenía que crear su contrapartida

-Eso lo entiendo… pero… ¿y ellas? -insistió.

Volví a chasquear la lengua para luego rezongar:

– Mi hijo fue el que hizo un pacto con esta Gata y en todo este tiempo no hemos descubierto dónde tienen la reliquia robada, si las mataba Neb no podría cumplir su parte del pacto.

-El hará que la devuelvan – replicó User seguro.

-No querría tener a Bastet disgustada mucho tiempo – admitió Ameni.

– En esta bajada a la antípoda no tenía mucha fe de encontrarla, es lo único que tienen para que la Gata no se vuelva contra ellas, no lo van a dejar a su vista y la única forma que tengo yo de entrar en una Casa Drow ajena es sólo con una intención….reducirla a cenizas – comenté con voz calmada.

-Así que planteas una excursión…. – comentó el Grande.

– Ese era el plan desde el principio – repliqué encogiéndome de hombros – pero una casa no se empieza por el tejado. Si hubiésemos ido de cabeza a por ellas se que eso generaría un conflicto en mi pequeño, porque obviamente querría acabar con las que atacaron a su familia pero tampoco querría dejar atrás a esta viendo que ahora es vulnerable y menos querría bajarla a la Antípoda, el la conoce –

-Es un aspecto peliagudo- admitió pensativo el abuelo de Neb.

– Por eso prioricé la seguridad a la venganza, por más tiempo que me llevara y desapareciendo sin decir nada. Ahora aquí están protegidas aún que otros enemigos piensen que alguien ha conseguido esquivar nuestras defensas estas ahora vuelven a estar totalmente reforzadas sin que ellos tengan idea –

-No tienen ni idea de la que se les viene encima- aseguró con fiereza User y ya se le veía que con ganas de actuar.

-Y de paso le quitamos un peso a Nebadur de los hombros – dije seria.

-Si mi nieto va… no tendrán porvenir- aseguró el Magnífico.

– No me dan ninguna pena – comenté condescendiente hacia esa casa para luego plantear -Por cierto, ¿cuánto tiempo ha pasado? –

Porque claro, las líneas de tiempo variaban y habíamos estado en tres.

-Han pasado más de 70 días, mi hijo se va volver loco de tanto estar escondido – me respondió Ameni.

Pestañeé algo sorprendida y luego sonreí a medias con su comentario a la vez que Kate abrió mucho los ojos y Mek movió las orejas antes de literalmente desaparecer.

– Me lo creo, y Nebadur? – planteé.

– Yo….él…¿ya está recuperado? – preguntó con las orejas a los lados Kate.

-Ajenatón está completamente recuperado… no sé que va a ser peor para esas arpías, si mi nieto o mi hijo – le respondió Ameni divirtiéndome.

-Ha cumplido con su papel, mas arde en deseos de impartir justicia-

Vi como Kate levantaba las orejas contenta por esas buenas noticias para luego decir con sinceridad:

– Me alegro mucho

Asentí ante las palabras de User

– Ya tiene el camino expedito para hacerlo, ahora, ¿ Dónde está Neb? – les pregunté por que quería ver a mi hijo y también que el supiera que habíamos regresado.

Ellos me condujeron por los pasillos hasta dónde se encontraba y al entrar lo vi con el ya no tan pequeño Sa, cuando levantó la cabeza ante nuestro anuncio le vi su amplia sonrisa antes de escucharlo exclamar alborozado:

-¡Madre! ¡Ya has vuelto! – lo vi levantarse para venir a abrazarme, sonreí devolviéndoselo con cariño antes de decirle con seguridad:

-Siempre –

-Y el gatote enorme habrá ido con sus princesas supongo-

Su comentario me hizo gracia y asentí:

– Tal cual, nada más ha sabido el tiempo que hemos tardado le ha faltado tiemp

-Le han echado de menos, eso seguro-

– Me imagino que por eso se habrá dado tanta prisa – admití para luego mirarlo -Vuelven a estar a salvo –

-Es una gran… noticia… entonces podremos ir… a por ellas y recuperar la reliquia – me dijo mi pequeño tras suspirar.

Asentí antes de explicarle:

-Lo único moderno que puede funcionar aquí es lo que tú permitas, lo demás vuelve a estar vetado. He creado unas runas para ello, por eso tardé tanto, no sólo quería que funcionaran contra las que creó esa Casa, sino contra cualquiera que se le ocurriese esa idea –

-Eso es… un gran alivio…. de pronto estábamos muy expuestos – admitió pero era algo que ya sabía, por eso mismo había priorizado la seguridad a la venganza, esa ya se serviría en un plato frío.

-Lo sé – le puse las manos en los hombros- Eres mi hijo recuerdas? Quizás no te parí pero se lo que te desvela en la noche y sin necesidad de leerte la mente – bromeé esto último – Siempre te protegeré y lo que quieres – le aseguré.

-Eso nunca lo he dudado – me respondió convencido.

Asentí sabiéndolo

– Ahora, prioridades. ¿Cómo están Ib y mi Nieta? –

-Ellas están muy bien, la niña es una luchadora nata, no hace más que dar patadas- me respondió diciendo esto último con una radiante sonrisa que me alegró ver ya que era el reflejo de su felicidad y por ende de la mía, eso me llevó a no poder evitar reírme entre dientes.

– Digna hija de su padre, otro culo inquieto – luego lo miré- Y tú?

-Yo estoy bien… aunque la espera ha sido un poco… frustrante- admitió esto último.

– Lo siento por eso, crear una Runa tan compleja me llevó más tiempo del que pensaba – suspiraré – te prometo que la recompensa merecerá la pena –

– Y no soy el único… Alauniira quiere hacer justicia a su diosa y Araush… ya sabes cómo se pone cuando alguien amenaza a su familia.

Sonreí divertida:

-Un padre al cual han intentado matar a su Amada e hija, una Madre cabreada porque hayan ido contra su Deidad y una Deidad cabreada por que la hayan intentado suplantar…no sé que podría salir mal para esas pobres almas –


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