Algunas caídas son el medio para levantarse a situaciones más felices
Kate
Salí de la habitación para dejar descansar a Ahk y me paré en un pasillo para luego llevarme la mano al bolsillo y sacar la piedra azul, la cual la miré bajando las orejas.
-Así que…tú…- murmuré para luego volver la vista hacia atrás, hacia la puerta de Akh mientras apretaba la piedra en mi mano con fuerza.
«Ellas….me mintieron….idearon este plan…me vendieron…» eché las orejas a los lados, no podía pensar en que eran iguales que mis padres…me habían mentido, me habían usado…
Y Neb…Akh…Nessariäh….me habían salvado…
Fue entonces cuando noté una oscuridad que fue mi propio cuerpo el que reaccionó, poniendo la cola esponjosa mientras mis orejas se echaban hacia atrás, de ahí que diera varios pasos en retroceso.
-Quieta – escuché que me instaba una voz antes de ver un par de ojos rojos y otros dos más abajo felinos.
Vi aparecer a la Drow que me había rodeado de espinas junto al felino que Neb había llamado » Padre».
-Yo…- murmuré sin tener ni idea de qué decir.
-Tú y yo vamos ir a la antípoda – rezongo seria.
-¿Qué? – musité con las orejas en alto.
-¿Quieres ayudar no? Demuéstralo – hizo su magia abriendo un portal negro que no me daba ninguna confianza.
-Yo….- murmuré bajando las orejas
-¿No decías que querías proteger a Neb? ?No fuiste a hablar con Akh? Cruza – le instó.
La miré y luego al gran leopardo antes de cruzar y ver que me encontraba en un lugar totalmente negro lo cual me llenó de miedo.
-Qué es esto…- murmuré con el rabo esponjoso hasta que algo me rozó, lo cual me hizo dar un salto antes de ver que se trataba de Mek, el cual parecía mirarme divertido.
-Oye..no es gracioso….- le susurré y el sencillamente chasqueo los dientes antes de acercarse a Luan.
-Esto…¿puedo preguntar qué hacemos aquí? – murmuré con las orejas gachas.
-Me vas llevar junto a las que te hicieron esto aprovechando el funeral – le respondió segura mirándola con sus ojos rojos y ese aura que le ponía los pelos de punta.
-Eh…si claro…- murmuré bajando la mirada, algo en ella me imponía de sobremanera…era como mirar de frente a la muerte misma.
«pero está haciendo esto por su cuenta….» recapacité.
-Esto…Neb…¿está de acuerdo?- le planteé.
-Esto es algo que vamos a hacer tú y yo – rezongó de forma seria echando a caminar.
-Pero Akh me dijo….-
-No te preocupes humana…conseguirás la reliquia y volver a tu forma normal – rezongó Luan sin mirarme.
La seguí con las orejas gachas sin entender por qué ella si se comportaba como habría sido lo normal y los demás no…observé su espalda antes de mirar la de Mek y de pronto pararme.
-¿por qué te detienes humana? – me dijo volviéndose hacia mi.
-Dime…- murmuré bajando las orejas – dime que al menos…ayudaré a Neb… –
Ahí se hizo un silencio tan grande que me hizo levantar la mirada hacia ella para ver como sus ojos por un momento se volvían verdes antes de darse la vuelta.
-Todo lo que te ha asegurado mi hijo lo tendrás, yo también te lo aseguro – dijo de forma fría antes de volver a caminar.
Eso en el fondo me reconfortó sin saber por qué, pero esas palabras hicieron que mis orejas se levantasen siguiéndola ahora con mayor confianza.
-¿Vamos a por las Drows? – le planteé poniéndome a su par.
-Así es – replicó frunciendo el ceño mirándome de soslayo.
-¿Cual es es plan? – le pregunté excitada sabiendo que había uno y ella ahí elevó una ceja para luego mirarme mientras Mek parecía divertido.
-No he olvidado que has intentado asesinar a mi nieta – me soltó lo cual me hizo bajar las orejas.
-Si…siento eso…-
-Y dejaste mal herido al Padre de mi Hijo – le recordó con severidad.
-Eso también…- admití mientras mis orejas desaparecían bajo mi pelo y fue ahí cuando intervino la pantera y me dio un par de lametazos en la mano reconfortantes frente a Luan .
-Eres demasiado bueno – la escuché farfullar antes de volverse y seguir caminando.
Continuamos así varias horas, cada vez yendo más y más abajo.
-Esto…para ayudar…necesito un poco de contexto…- le dije con cuidado.
-Me haré pasar por la Drow que desea el poder de Loth, es lo que esas arpías quieren – me dijo con sequedad y yo la miré sorprendida elevando mis orejas.
-¿En serio? ¿Piensas hacerte pasar por una Diosa? – le planteé anonadada y fue ahí cuando ella se paró para mirarme y eso me hizo dar un par de pasos hacia atrás, sin duda imponía.
-¿No me ves capaz? – me planteó con una media sonrisa.
Tragué saliva para replicar:
-Yo no…he dicho eso…-
-Ya me parecía – replicó para continuar su camino mientras tragaba saliva y la seguía.
» Da miedo» pensé para mi notando como mi cuerpo temblaba para luego sentir la calidez de Mek que se había acercado a mi, eso hizo que mi cola que estaba totalmente buzada se relajase mientras lo acariciaba.
Seguimos caminando hasta que en un punto dado salimos a otra oscuridad que al menos no era tan pensada y al menos algo si que conocía.
-La antípoda – murmuré.
-El lugar de tus dueñas – gruñó su acompañante de una forma que la hizo estremecerse.
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