La paz no es algo que deseas, es algo que haces.
Luan
Me senté junto a User a disfrutar de la comida tras lo que había pasado con la humana y con Gaia, la verdad es que sentía una alegría en mi corazón que ni siquiera era capaz de gestionar.
Por una parte era lo que había descubierto de mi pasado y por otra del futuro de mi pequeño que sabía que lo hacía enormemente feliz.
Apreté el tenedor con una media sonrisa, por un lado estaba el descubrir que era la hija de Loth pero que en su parte más oscura había encontrado un rayo de luz y de ahí había salido y por otro el saber que iba a ser Abuela, abuela de una pequeña que Neb siempre había deseado pero con su condición no había podido tener hasta ahora.
-Te veo muy….eufórica – me comentó User tras un rato mirándome.
-SI tú supieras…- le repliqué divertida, no podía sentirme de otra forma que feliz.
-¿Me lo contarás? – me miró pícaro antes de acercar sus labios a mi oído – ¿ O te lo tendré que sonsacar? – agregó pillo.
Eso me hizo reír sin poder evitarlo.
-Quizás o quizás no – lo reté y él se acercó algo más a mi apoyando su cuello sobre mi hombro y sin variar el tono continuar:
-Si no me lo dices te lo pienso sonsacar con la peor de las torturas –
-Que miedo…- repliqué ahí separándome para mirarlo a los ojos y fue ahí cuando me puso las manos en las mejillas para no apartar la mirada.
-Son como la hierba recién cortada…están de un brillante que no había visto nunca antes… – admitió sin dejar de observarlos y yo aparté la mirada algo incómoda.
-Es su verde normal – rezongué con algo de vergüenza.
-Ah…ya…- replicó él divertido retirando sus manos respetando mi espacio. – ¿Puedo saber qué hacías con Loth? – me planteó con delicadeza.
Yo ahí no supe que responder salvo echarme hacia atrás en la silla y comentar:
-Ni te lo imaginarías – murmuré para que luego él elevase una ceja intrigado.
-Al menos se que no os habéis matado –
-A partir de ahora eso será difícil…- admití con una media sonrisa que lo hizo mirar tanto intrigado como extrañado.
-Y eso? – me planteó.
-Bueno…- me quedé en silencio unos minutos – digamos que me llevé una gran sorpresa –
-Por tu cara imagino que no es muy mala – me replicó con una sonrisa
-No…es chocante, entendible si tienes la mente fría suficiente y también buena . – le dije con sinceridad captando toda su atención.
-Ahora me intrigas – admitió susurrándome de vuelta al oído.
-Te crees que Loth…es mi Madre? – le respondí separándome un poco para luego ver su sorpresa antes de sonreír a medias.
Gaia
Observé a la humana volver con orgullo con los suyos y sonreí, ahora la recordaba y eso me daba un impulso, a veces el cambio más pequeño acababa por modificar el Destino en su plenitud.
Cerré los ojos por un momento pensando en mis caminos y me imaginé tanto el tiempo como los Dioses usándolos.
» Todo tiene su Armonía » pensé para mi antes de mirar a la «pareja de Oro» y luego observar a su Madre y a User cuchichear durante un buen rato antes de que este se sorprendiese.
» Gaia espero que no te hayas ido de la lengua » escuchó que le decía Neb y ella lo miró de forma inescrutable.
» No haría tal cosa » le respondí orgullosa de guardar el secreto » Tu Madre está hablando de otro con User «
«¿Cómo que otro? » le planteó estupefacto.
» Ve y pregúntale » le dije con sencillez tomando un trago a mi vaso, ¡ah…! que buena estaba aquel agua…
Luan
Estaba hablando en susurros con User sobre lo que me había contado Loth cuando noté una presencia a mi espalda y ahí me volví al ver a Neb.
Sonreí pero notando que estaba en tensión.
-Madre…- sonrió mirándonos – Se te ve muy contenta hoy – admitió
«Ya veo pequeño…» pensé para mi para luego encogerme de hombros.
Quise jugar un poco con él por ocultarme algo tan grande.
» No seas mala » escuché el susurro lejano de Loth.
«No lo seré » le aseguré.
-Por que he descubierto algo que me ha sorprendido enormemente – admití con franqueza.
-Ah…¿si? – escuché que decía Neb casi sin saber dónde meterse.
Fue ahí cuando lo miré a los ojos y dejé la broma a un lado.
-Loth habló conmigo – en cuanto le dije esas palabras sus hombros se relajaron porque sabía que su otra Madre no destaparía el secreto, y en el fondo no lo había hecho, yo se lo había sonsacado.
De todas formas, se lo guardaría el tiempo que él quisiera….cuando se sintieran preparados nos lo dirían.
-Miedo me da – admitió sin tener ni idea de por dónde iba a salir, y teniendo en cuenta que yo tampoco quería que esto saliera a la luz le hice un gesto con el dedo para que se acercase y él así lo hizo hasta que mis labios quedaron a la altura de su oído.
-Me dijo que es mi madre – le dije con tranquilidad.
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