El bien y el mal no tienen nada que ver con los dioses. Tiene que ver con nosotros
Luan
User me ayudó a ponerme en pie una vez mi hijo nos sanó.
-¿Estás bien? – me planteó preocupado viendo mi palidez y yo ahí asentí.
-Perfectamente ahora – le aseguré apoyando una mano en su brazo para tranquilizarlo.
-Pensé que…- susurró aún temblando y yo lo entendí y fue ahí cuando le di un suave beso en los labios
– Aún con nuestra condición no somos un hueso tan fácil de roer-
-Puedo asegurartelo User , el vínculo de Madre y Mek es muy fuerte – le dijo mi hijo acariciando a Mek el cual se estaba levantando una vez recuperado.
De todas formas yo ahí me levanté para observar toda la ingente cantidad de muertos que había allí y también a los nuestros mientras Mek se ponía a mi lado.
-Esto es muy grabe – comenté despacio.
-Lo sé – dijo mi hijo emblema en mano.
-Es toda la oscuridad de estas almas arrebatadas que han tomado forma – replicó Gaia seria.
-Tendremos que enfrentarlas y dar con el que lo ha hecho – admitió el Grande.
-Pero el que lo ha hecho ha pensado que con esto nos puede vencer – admitió Loth mientras que yo observaba una versión de Neb mirándome de frente pero con ojos de odio.
-Por que ha sabe dónde atacarnos…- murmuré – Me imagino que estáis viendo lo peor cada uno -agregué para desviar la mirada hacia los demás.
-Madre…- tragó saliva para que yo sacase mi espada con mis ojos rojos
– Está jugando con nosotros y no pienso darle más margen, se rió de nosotros y no lo volverá a hacer –
No saqué al Demonio pero si lo utilicé para que modificara la realidad de forma que todos los que estaban viendo otras cosas realmente pasasen a ver a nuestro auténtico enemigo, el cual era una enorme masa informe y negra como la noche.
-Se acabaron las ilusiones – sentencié
-Eso…es…nuestro enemigo? -planteó Ib mientras todos nos poníamos todos en posición defensiva.
-Eso es nuestro enemigo – sentencié observando los cadáveres que se veían sobre la nieve, esos que habían creado esa cosa que ahora atentaba contra nosotros y que con su rabia había creado tal conflicto que casi me había matado.
Negra como una noche sin luna así se presentaba ante nosotros la masa informe que se revolvía sobre si misma.
-Tiene mucha energía, ni con mi mejor rayo la derrotaría – admitió Gaia con el ceño fruncido.
-Está claro, es una aberración que jamás debería de haber existido en este mundo – sentenció Loth.
-Pero una poderosa – repliqué – e inteligente, hay que tener cuidado con ella –
No me apetecía volver a quedarme casi al borde de la muerte, además de que mi cuerpo no lo aguantaría y menos sabiendo que esa entidad oscura sabía mi debilidad, la cual se acrecentaba al tener ahora a mi hijo y su familia aquí.
» Por eso quise venir sola» pensé para mi observando la masa informe.
-No os fiéis de ella – les remarqué – Ya habéis visto hasta dónde me ha llevado a mi – agregué con seriedad.
La masa informe se movió como si se congratulase de saber eso, lo cual me enfadó al verla tan subida de tono.
-Vuelve a tocar Mek y estás muerta…- siseé con fiereza
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