Añorar el pasado es correr tras el viento
Luan
«Ojalá» pensé para mi mientras el cruzaba una tormenta a la vez que recordaba como no lo habíamos podido salvar, como para salvarnos había decidido sacrificarse.
Apreté de forma inconsciente el pelo del dragón a la vez que mis labios y él lo noto volviendo suavemente su cabeza hacia mi.
-Creo que aún tienes que desahogarte del todo – ahí un rayo cruzó el cielo mientras la lluvia nos empapaba.
-¿Cómo dices? – le pregunté sin entender qué quería que hiciera.
-Aún tienes una tormenta dentro de ti, deja que estalle – me recomendó con tranquilidad mirándome.
Resoplé sin tenerlas todas conmigo, la última vez que había dejado mis sentimientos salir casi había matado a Core y a Loth.
«Ojalá no tuviera tanto poder » pensé para mi.
Alguien con menos poder si podría soltar sus frustraciones sin problemas o sin temor a que su poder se desatase de tal forma que pudiera hacer daño a aquellos a quienes quiere.
-Por eso te fuiste para la realidad de las sombras – me dijo el dragón con calma. -El único lugar dónde de estallar no afectaría a los que Nebadur quiso – sentenció.
Yo chasqueé la lengua contrariada por que sus palabras no eran otra cosa que verdades mientras sentía como la lluvia caía sobre mi hasta que noté que no todo lo que resbalaba por mi rostro eran gotas, sino también lágrimas.
-Hazlo – me dijo con suavidad – Yo evitaré cualquier daño – agregó con calma.
Fue ahí cuando, tras darle una suave caricia me puse en pie sobre su lomo y observé la tormenta, la lluvia no paraba y los rayos caían de forma descontrolada…
Mis ojos se pusieron rojos y levanté mi mano sin dejar de derramar lágrimas de dolor y rabia a partes iguales para luego lanzar un rayo que cruzo todo el cielo y se dividió en cientos de ellos recorriendo toda la Tierra creando una esfera de rayos alrededor de esta por un momento para luego generar un fenómeno que nunca se había visto antes de caer sobre el lomo del dragón exhausta.
-¿Cómo te sientes ahora? – me preguntó con suavidad.
-En paz…- admití despacio mirando las nubes de un oscuro color que parecían haberse quedado paralizadas y sobre ellas había una aurora boreal en tonos verdes.
-Siempre sienta bien soltar el lastre, además, es hermoso lo que has hecho -me dijo accediendo a la estratosfera para que, tras sentarme en él los dos observásemos como la Tierra estaba repleta de auroras boreales, incluso donde sería imposible que aparecieran.
-Oh no…espero que esto no tenga repercusiones – murmuré divirtiendo al dragón que lo único que hizo fue volver a su lago para luego dejarme bajar de su lomo notando que aún estaba debilitada.
-¿Estás bien? – me planteó.
-Perfectamente – le repliqué seria y antes de que pudiera hacer nada él puso la punta de su cuerno encima de mi muñeca, ahí sentí una quemazón que me hizo apartarla.
-Tranquila, es una conexión, si algún día me necesitas sólo tienes que tocarlo – me dijo con calma mientras yo la miraba.
-¿Madre? – escuché la voz de Nebadur a mi espalda y fue como si mi energía se recargase. – ¿Que tal el paseo? – me preguntó dubitativo mientras veía como Loth y Corellon sonreían por su parte.
Miré el cielo como aún permanecía la aurora boreal para luego también sonreír antes de, sin decir nada ir a abrazarlo con cariño.
-Gracias – fue lo único que pude decirle
Relacionado con:
La parte oscura de la humanidad
No juegues con quién no puedes
Proteger lo que quieres es lo más importante
Que diferente es el hoy del ayer
Un viaje transcendental en el autobús
Antes o después comparecemos ante un juez
Pingback: A perro que duerme no lo despiertes. | Anuska Martínez
Pingback: A veces el Destino nos alcanza | Anuska Martínez
Pingback: Torneo | Anuska Martínez
Pingback: Reordenando un Caos sin que deje de ser Caos. | Anuska Martínez
Pingback: Paréntesis | Anuska Martínez
Pingback: Tiempos de cambio | Anuska Martínez
Pingback: Diplomacia | Anuska Martínez
Pingback: Aprendiendo | Anuska Martínez
Pingback: Pasado frente a presente | Anuska Martínez
Pingback: Nubes en el horizonte | Anuska Martínez
Pingback: El conocimiento es poder | Anuska Martínez
Pingback: A veces los retos se hacen divertidos | Anuska Martínez
Pingback: Lo Desconocido | Anuska Martínez
Pingback: Las sombras del pasado | Anuska Martínez
Pingback: Y de pronto…el silencio… | Anuska Martínez
Pingback: Unión familiar | Anuska Martínez
Pingback: A veces hay sendas y a veces hay que hacerlas | Anuska Martínez
Pingback: Planos | Anuska Martínez
Pingback: Recuperar a los seres queridos | Anuska Martínez
Pingback: Unidos avanzamos | Anuska Martínez
Pingback: La Matadioses | Anuska Martínez