Ohana significa familia y tu familia nunca te abandona ni te olvida
Luan
Me quedé pensativa desde que Neb me aclararon por qué mi plan no funcionaría pero aún y así seguía la conversación en segundo plano lo cual me iba aclarando no sólo que si Nebadur temía ir allí era por una gran razón de peso y eso ponía a Corea del Norte a otro nivel de peligrosidad sino que también él no sabía como actuar.
«Como su familia algo podremos aportar» pensé chasqueando la lengua y fue ahí cuando se me encendió la bombilla.
-Y si entramos pero no lo hacemos – comenté con tranquilidad.
Todos me miraron confundidos con mis palabras, cosa normal ya que parecía paradoja en si misma.
-¿Cómo dices Madre? - me preguntó mi hijo mientras mi cabeza iba a mil encajando las piezas del plan.
«Delegar…» pensé recordando la primera vez que se habían cruzado con Corellon en aquel campamento de bandidos y Nebadur había caído agotado por gastar toda su magia, aún recordaba la conversación que había tenido con el Dios sobre que Nebadur no podía cubrir todas las injusticias solo, que debía de aprender y tener gente en la cual poder confiar para así compartir la carga.
Miré por un momento a Corellon para luego entrecerrar los ojos, lo cual lo llevó a pestañear sorprendido por un momento:
-No he dicho nada malo – aclaró con rapidez.
-No es por lo que has dicho – gruñí para luego dejar de mirarlo y así volver la vista hacia mi hijo para decirle con rotundidad.
-Digo que somos tu familia y una de lo más variopinta y que podemos hacer un plan en el cada uno de nosotros tenga un trabajo en específico – le respondí creándole aún más intriga.
-¿Tienes un plan? – me planteó el Magnífico.
-Un esqueleto, que entre todos creo que podemos completar ya que vosotros tenéis mucha más información de ese lugar – le aclaré.
-Somos todo oídos – comentó User.
-Si lo he entendido bien ir directamente a por el problema, aparte de que no se podría agrupar a todos en un mismo sitio también causaría una convulsión en el país y una necesidad de tener que quedarse para solucionarlo – comenté.
-Eso mismo – asintió la Matriarca.
-Bien, entonces en base a eso hay que hacerlo suave pero contundente – comenté con calma.
-¿A qué te refieres exactamente? – me planteó Loth elevando una ceja.
-Que si jugamos bien nuestras cartas podemos redirigir las cosas sin que nadie sepa que hemos sido nosotros – sentencié con seguridad.
-¿Y en qué consiste exactamente? – planteó Ib.
Yo miré a Gaia:
-Puedes crear un terremoto si quieres ¿verdad? – ella asintió.
Luego miré al abuelo de Nebadur y a User.
-Vosotros controláis el mundo moderno ¿no? Sabéis quienes son y dónde están los responsable de esa dictadura –
Ellos también asintieron sin entender por dónde estaban yendo mis derroteros pero con curiosidad de saber en dónde acabaría aquello.
Luego miré a Loth y Corellon con condescendencia:
-Y vosotros podéis matar a quién sea dónde sea – dije sin preguntar para luego mirarlos a todos.
-Este sería el plan. Vamos a Corea del Norte porque la hija ya nos ha dicho que puede meternos pero en cuanto toquemos tierra con ese chisme(avión) Gaia provoca un terremoto que sólo afecte a ese país o sólo a la zona dónde está la gente con la que queremos acabar –
-¿ Y si se caen otros edificios? – planteó la mujer del padre de Nebadur.
-Uhm, sus edificios ya están preparados para los terremotos – opinó User pensativo.
-La intención del terremoto es la de dar una justificación para lo que pase luego – les aclaré.
-¿Cómo una cuartada? – planteó Nebadur.
-¿Una cuartada? – intervino Gaia que estaba escuchando atenta.
-Es como en el lugar que pasó algo malo tú le justificas a la ley que no estuviste involucrado- le explicó User.
-Algo así – admití.
-¿Y qué pasaría luego? – planteó Ib.
-Que, con la información de dónde están las personas que perjudican el régimen- señalaría con la cabeza a este y al Magnífico – usando la magia acabaríamos con ellos –
La pareja de este último diría pensativa:
-De forma que no nos podrían involucrar por que sería un desastre natural imprevisto…-
-¿Y que sólo murieran esas personas? – plantearía Neb elevando una ceja.
-Si pasa de noche podríamos hacer caer algunos edificios o centros comerciales que no tendrían gente para darle más veracidad a la noticia – comentó Corellon viendo como el plan iba dando forma.
-Habría que hilar fino en ese caso, que por ejemplo si el que tiene que morir y duerme con su pareja y esta no debe hacerlo que sólo fuera él el que lo hiciera – dijo Loth por su lado.
-Por eso nos tendríamos que repartir las muertes por zonas que serían coordinadas por User y Nebmaatre, que son los que se mueven en este sistema humano – les aclaré con tranquilidad.
-Hay algo que no entiendo – admitiría Gaia mirándome. – ¿A qué venía la primera frase? –
Sonreí a medias.
-A que todo esto podría pasar antes de bajar del avión. Si es como el que tomamos la otra vez la zona donde desciende es amplia y si vamos con la hija eso no sólo nos beneficia por el hecho de que físicamente no nos ha visto hacer nada, sino por el motivo de que, aún con las evidencias, si ella estaba de viaje será lógico que sobreviviera sólo ella y quedara como la legítima heredera – lo pensé un momento – además ante el pueblo lo haría como una » mártir» por haber perdido a su familia y a partir de ahí se le puede guiar en los primeros pasos que dar….luego si tiene dudas siempre puede preguntar o a la Divina Potencia Creadora o al Oráculo pero quedaría ya orientada en la dirección que buscamos y sin necesidad de que nadie que nos busca mal alguno sea capaz de mover un dedo antes de que actuemos –
Relacionado con:
La parte oscura de la humanidad
No juegues con quién no puedes
Proteger lo que quieres es lo más importante
Que diferente es el hoy del ayer
Un viaje transcendental en el autobús
Antes o después comparecemos ante un juez
Pingback: Transformación | Anuska Martínez
Pingback: Lento pero seguro | Anuska Martínez
Pingback: Vuelo | Anuska Martínez
Pingback: Los caminos son inescrutables | Anuska Martínez
Pingback: Regreso | Anuska Martínez
Pingback: Fuego | Anuska Martínez
Pingback: Volviendo al hogar | Anuska Martínez
Pingback: Sombras y luces | Anuska Martínez
Pingback: Reunión | Anuska Martínez
Pingback: Blancos o negros | Anuska Martínez
Pingback: Recuerdos | Anuska Martínez
Pingback: Fiesta | Anuska Martínez
Pingback: Amor verdadero | Anuska Martínez
Pingback: ¿Qué es el tiempo? | Anuska Martínez
Pingback: El guardián | Anuska Martínez
Pingback: El amor de un padre | Anuska Martínez
Pingback: Compañera | Anuska Martínez
Pingback: Dejar al mundo girar | Anuska Martínez
Pingback: Sólo hay un mundo | Anuska Martínez
Pingback: Doble frente | Anuska Martínez
Pingback: El puente entre la vida y la muerte | Anuska Martínez
Pingback: Madre Rusia | Anuska Martínez
Pingback: Las tinieblas y las sombras no son lo mismo | Anuska Martínez
Pingback: Un nuevo amanecer | Anuska Martínez
Pingback: Hay seres que jamás debieron existir | Anuska Martínez
Pingback: El mal nunca duerme | Anuska Martínez
Pingback: Delegar no es de débiles | Anuska Martínez
Pingback: El Prodigio | Anuska Martínez
Pingback: Las verdades poco a poco salen a la luz | Anuska Martínez
Pingback: Presagios en el pasado | Anuska Martínez
Pingback: Reencuentro | Anuska Martínez
Pingback: Tributo | Anuska Martínez
Pingback: Momento de asueto | Anuska Martínez
Pingback: El Gato | Anuska Martínez
Pingback: La pureza de la nieve | Anuska Martínez
Pingback: El punto en el que te encuentras. | Anuska Martínez
Pingback: Tiempo de esperanza | Anuska Martínez
Pingback: Cicatrices invisibles | Anuska Martínez
Pingback: Avanzar nunca ha sido fácil | Anuska Martínez
Pingback: Los cambios siempre asustan | Anuska Martínez
Pingback: Paz | Anuska Martínez
Pingback: Mi corazón juega con mi mente | Anuska Martínez
Pingback: Los pasos que damos nunca sabemos a dónde nos van a llevar. | Anuska Martínez
Pingback: El Pacto | Anuska Martínez
Pingback: Aceptar el pecado | Anuska Martínez
Pingback: Funeral | Anuska Martínez
Pingback: Ruinas | Anuska Martínez
Pingback: Viaje | Anuska Martínez
Pingback: Llegada | Anuska Martínez
Pingback: Tomar las riendas | Anuska Martínez