Un mundo en armonía

«Cerrar ciclos es dar por terminado etapas en las que ya hicimos todo lo que teníamos hacer y donde no es necesario permanecer «

Gaia desvió la mirada al sentir que aún que no estaba bien del todo podía sobrevivir, eso es lo que hacía desde milenios, unos años más lo aguantaría y más ahora sabiendo que ellos estaban a su espalda.

» Ya no estoy sola…» pensó para si y por eso los volvió a mirar.

-Os pediré ayuda cuando lo necesite – les dijo con sinceridad levantándose, la había sorprendido la presencia de la Reina Araña.

Frunció levemente en ceño ¿otra vez? De verdad que sentía como si fueran dos cachorros peleándose.

«De verdad…» se planteó dejándolos para luego ira junto de ellos con los ojos brillando en la oscuridad

¿En qué estabais pensando? – les dijo de forma suave pero seria mirando a ambos.

EL rey de los elfos le dijo:

-Queremos hacer las cosas bien –

Loth respondió a su vez:

-Sin que se note demasiado.

Gaia ahí puso cara de circunstancia, había estado un tiempo con lo humanos y le daba la impresión de que ellos no habían cogido aún ese concepto aún con siglos de aprendizaje.

Corellon argumentó:

-¿Canta demasiado? –

Loth agregó:

-La hermana de Nebadur y Nefertari la han escogido…sólo que no queremos entrar en conflicto con los Dioses humanos…

-Y puedes creernos, la madre de Nebadur es muy convincente – le dijo el Dios.

Gaia ahí no podría evitarlos mirar irónica, de verdad que a veces ellos no se distinguían de los niños humanos.

-¿Y no pensáis que canta una araña dónde aparece la imagen de una Drow? –

Corellon admitió :

-Quizá un poco…-

Loth replicó:

-No quería que se asustara cuando llegara

Correllon:

-Yo ya creo que está curado de espantos –

Gaia ahí los miró para luego observar el horizonte:

-Pues yo creo que no lo estáis teniendo en cuenta –

Loth la observó con intensidad:

-¿Qué quieres decir? –

Gaia recapacitó en todo lo que le habían dicho horas atrás sobre él y sobre el tener una compañera que asumiera, entre otras cosas, el que jamás podrían tener descendencia.

-Habéis valorado lo que va a pensar al verla? – les planteó.

Ya no era sobre su futura pareja, sino también lo que se plantearía sobre si mismo y sobre su futuro juntos, le daba la impresión de que Nebjeperure era una persona que le daba muchas vueltas a las cosas, algo que entendía porque lo que el manejaba no era para menos pero por otro lado por lo que veía a veces…había cosas que era mejor dejar estar.

-Por eso le mandé el mensaje – comentó la Reina Araña.

-¿Qué podría pensar? – planteó Corellon.

-Lo primero, ¿Es la indicada? – repliqué elevando una ceja.

-Creo que sí, – respondió Loth – Ha superado todas mis pruebas aún que ni ella lo sepa –

-Por el bien de Nebadur la ha examinado aunque la elección de su hermana haya sido clara – comentó de forma relajada Corellon.

«Su hermana » pensó para si recordando lo que le había dicho el Grande sobre esta. Ella estaba al otro lado donde Gaia ya no podía alcanzarlos ni aún queriendo a algunos.

Suspiró casi imperceptiblemente, no habían sido muchos los seres que habría deseado seguir teniendo a su lado a lo largo de su existencia pero los había habido y sin duda estos eran la que la habían llevado a ese punto, a querer comprender a los humanos dentro del profundo dolor que soportaba por su culpa.

Gaia se centró en la conversación y planteó:

-¿Cómo pensáis presentarla? –

-Parecerá un castigo pero no lo es – le respondió Loth.

Gaia ladeó la cabeza ante tal respuesta extrañada:

-¿Un castigo? –

-No sigue el camino de Loth, no comulga con la discriminación por género, ni la violencia, tiene sentimientos que la sociedad en la que ha nacido considera signos de debilidad – le empezó a enumerar la Reina.

-Es considerada de buen corazón…para ella los demás deben ser ayudados cuando lo necesiten – aclaró Corellon.

-Como castigo será alejada de los drows para que experimente la vida en una sociedad igualitaria, lo cual para una drow típica es peor que la muerte o el castigo eterno en mi plano por parte de mis doncellas – le aclaró Loth.

» Para una Drow típica…» repitió sus palabras mentalmente Gaia mirándola de soslayo. Le daba la impresión de que esa Drow sería de todo menos típica, más por como se la estaban presentando.

Elevó una ceja tras estar unos minutos en silencio:

-Es curioso, parece que os gusta pero aún y así la castigáis –

-Alguien quiere mantener las apariencias – soltó como si tal cosa Colleron.

-Quizá ya no – replicó Loth.

-Tú y tus caprichos – replicó el Dios.

-No recuerdo que te disgusten – le respondió ella juguetona.

Gaia ahí empezó a notar la tensión sexual entre ambos y se preguntó si no sería mejor retomar la charla después de que liberasen tensiones ,mas, antes de que decidiera retirarse Loth la volvió a mirar para decirle:

-Ella es fuerte, no se ha corrompido.Quiero lo mejor para ella.- le dijo la Reina.

-Por no hablar de su madre – agregó Corellon haciendo ahí que Gaia ladease la cabeza confundida.

-Después de lo último habrías actuado igual, no te hagas el ingenuo – le replicó Loth a su pareja.

-¿Su madre? – planteó Gaia interesada.

-Su madre en su vida anterior. Lo crió, cuidó y protegió – le aclaró Corellon.

-Quiere que Nebadur no vuelva a sufrir – dijo Loth

-Y más nos vale cumplir – ello llamó la atención de Gaia, no era normal que un Dios hiciera tal afirmación, menos un Dios de su categoría. Muy poderosa debía de ser esa persona para que él estimase hacer tal comentario.

Loth suspiró para luego admitir:

-Querríamos ayudarle de todas formas, también es nuestro hijo –

Gaia los miró para luego posar por un momento sus ojos detrás de ellos, en sus sombras, sonrió levemente por un segundo, ahí se ocultaba otra energía la cual comprendió perfectamente.

La sombra que siempre estará detrás de su hijo para lo que necesite, siembre la mano invisible que le dará ese suave empujón cuando crea que el traspiés sólo le va a llevar a chocar contra el suelo…


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